Traslado del Cristo de la Agonía en Santo Ángel: Un evento solemne de Semana Santa
La Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de la Región de Murcia llenó las calles de Santo Ángel de fervor religioso durante el traslado del Cristo de la Agonía, una de las actividades más emblemáticas de la Semana Santa 2024 en nuestro pueblo.
Comienzo en Villa Pilar
El evento, organizado por la parroquia y la cofradía del Santísimo Cristo de la Agonía, comenzó con la salida del Cristo desde Villa Pilar. La imagen, cargada por los legionarios, recorrió las calles Madre María Séiquer, Rosario, Isaac Peral y Ángel Romero Elorriaga hasta llegar a la iglesia de Santo Ángel.
Tambores y trompetas
A lo largo del recorrido, cientos de fieles se congregaron para presenciar el paso del Cristo de la Agonía. El silencio y la solemnidad del momento quedaban interrumpidos solo por el sonido de las trompetas y tambores que acompañaban la procesión.
El descenso
Decenas de vecinos, con la mirada expectante aguardaban el descenso del Cristo de la Agonía. Los Legionarios con sus manos fuertes y seguras sostenían el cuerpo de Cristo con un acatamiento que transmitía profunda devoción. Un instante que quedará grabado en la memoria de todos los que tuvieron la fortuna de presenciarlo.
Por primera vez
El Traslado del Cristo de la Agonía por la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios fue la primera vez que se celebró en Santo Ángel. Fue una ceremonia no solo de fe, sino también una forma de mantener viva la cultura y las tradiciones en el pueblo de Santo Ángel.
El evento contó con la participación de autoridades locales como el pedáneo de Santo Ángel y de Nonduermas, miembros de la Cofradía del Santísimo Cristo de Agonía y vecinos de Santo Ángel y pueblos de alrededor.
Alfombras de sal
Desde la replaceta hasta la iglesia, una decena de alfombras multicolores de sal adornaban el suelo. Motivos religiosos, símbolos legionarios y mensajes se entrelazaban en una hermosa composición. Cada alfombra era un homenaje a la pasión de Cristo y al espíritu de la Legión.
Las alfombras de sal no solo eran un adorno decorativo, sino un símbolo de fe, sacrificio y entrega. Un camino de penitencia y devoción que los legionarios recorrieron con paso firme y corazón contrito.
Cristo de la Agonía
El Traslado del Cristo de la Agonía es un momento de recogimiento y reflexión para los creyentes. Es una oportunidad para recordar la muerte de Jesucristo, y para renovar la fe y la esperanza.
Este evento es una muestra de la profunda religiosidad del pueblo murciano. La Semana Santa es una época de fervor religioso en la que se celebran diversos actos y procesiones que atraen a miles de personas de todo el mundo.
Una experiencia única
El Traslado del Cristo de la Agonía ha sido una experiencia única que invita a la reflexión y al recogimiento. Esperemos que sea un evento que va a formar parte de la identidad cultural de Santo Ángel y que se seguirá celebrando por muchos años más.
La Hermandad Legionaria Murciana
En el corazón de Murcia, donde el sol forja la bravura y la camaradería, se alza la Hermandad de Caballeros de la Legión. Un bastión de hombres y mujeres que, con el espíritu legionario tatuado en el alma, conservan la llama viva de una de las fuerzas más emblemáticas de España.
No son solo antiguos legionarios, son caballeros y damas que portan con orgullo el legado de la Legión. En sus desfiles, que van más allá de las fronteras municipales, no solo marchan, sino que transmiten valores inquebrantables: Amistad, Bandera, Bravura, Combate, Compañerismo, Disciplina, Dureza, Marcha, Muerte, Socorro, Sufrimiento y Unión.
Un legado de valor y espíritu indomable
La Hermandad de Caballeros de la Legión de Murcia es más que una asociación. Es un legado de valor, un ejemplo de entrega y un canto a la camaradería. Un grupo de hombres y mujeres que, con su espíritu indomable, siguen engrandeciendo el nombre de la Legión Española.
La llegada a la iglesia
La llegada del Cristo a la iglesia de Santo Ángel marcó el final del Traslado. La imagen fue recibida con aplausos y vítores por los presentes, quienes se emocionaron al contemplar la belleza y el significado religioso de este acto. Las alfombras se diluían bajo las pisadas, pero el mensaje de fe y fervor que transmitían permanecía grabado en los corazones de todos los presentes.
Fotografías: Fotomatiz